Lo que hizo esta niña por su hermano no tiene precio
Esta es la historia de Tessa, una tierna niña de 9 años que vivía con sus padres y su pequeño hermano Andrew. Un día Tessa escuchó una conversación de sus padres en la cual decían que Andrew estaba muy enfermo.
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Los padres de la pequeña no podían seguir pagando la hipoteca de la casa y los gastos médicos de Andrew, por lo que decidieron que lo mejor sería mudarse en unos días. Andrew solo podía salvarse con una operación muy costosa,para la que el padre había estado solicitando un préstamo en el banco que no se le había concedido.
En la conversación Tessa escuchó a su madre decir: “solo un milagro puede salvarlo”. Al escuchar esto, la niña se dirigió a su cuarto y sacó un frasco transparente donde guardaba sus monedas, las contó con sumo cuidado, y las regresó al frasco. Luego de saber la cantidad exacta de monedas que había dentro del frasco, Tessa salió por la puerta trasera de su casa y caminó 6 cuadras hasta una farmacia.
Tessa esperaba paciente a que el farmacéutico la atendiera, pero parecía que estaba muy ocupado con un cliente, por lo que sacó una moneda del frasco y golpeó el mostrador, logrando la atención del especialista y del cliente. El farmacéutico le preguntó a Tessa qué deseaba en un tono de exasperación, y continuó la oración diciéndole que estaba conversando con su hermano que había llegado desde Chicago.
La pequeña le contestó al especialista que ella también quería hablarle de su hermanito, ya que estaba muy enfermo y quería comprar un milagro. El farmacéutico, sorprendido le pide que repita lo que acaba de decir, y Tessa pacientemente le explica que a su hermanito Andrew le está saliendo algo en la cabeza por lo que solo un milagro podía salvarlo, y que eso estaba solicitando, un milagro, además agregó que tenía el dinero para pagarlo.
El hermano del farmacéutico, un hombre elegante, pudo oir toda la conversación se volteó y le preguntó a la pequeña qué clase de milagro necesitaba su hermanito, Tess le responde, con los ojos llenos de lágrimas que no lo sabe, solo escuchó a su madre decir que está muy enfermo y necesita una operación, el señor le pregunta con cuánto dinero cuenta para ese milagro y Tess le contesta un dólar con once centavos, pero que si necesitaba más ella podría conseguirlo.
El hombre elegante le dice a Tess que esa es la cantidad exacta para un milagro, y le pidió que lo llevara a su casa para conocer a su familia. El señor elegante de la farmacia era el Dr Carlton Armstrong, un cirujano especialista en neurocirugía el cual efectuó la operación de Andrew sin cargos.
Al poco tiempo Andrew se había recuperado completamente de la intervención quirúrgica y la madre de Tessa le pregunta: “¿esta cirugía cuánto habría costado?”.Tessa en su mente, sabía exactamente cuánto había sido el costo de la operación,un dólar y once centavos, más toda la fe de una niña.
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